Herbie Grant, un matón de segunda categoría, recibe un disparo en la pierna mientras intenta robar una licorería en la que trabaja Kimble. Herbie luego toma como rehén a Kimble, donde Herbie afirma que, aunque intentó robar la tienda, es inocente de otros dos robos en licorerías en las otras ciudades. Kimble acepta ayudar a limpiar a Herbie en el que el capo deja ir al fugitivo. Kimble es convocado a la estación de policía local para dar su declaración sobre el robo donde lo reconoce la hermana de Herbie, Lorna, que trabaja en la oficina de correos local. Ella amenaza con entregar a Kimble a menos que entregue a su hermano, a quien cree culpable de esos otros robos. Pero en un motel local donde se hospeda Herbie, una criada lo reconoce y llama a la policía y lo arrestan. Pensando que Kimble lo traicionó, Herbie informa a Kimble a la policía.