Carrie va con Standford a una fiesta de su amiga Kira. Deben quitarse los zapatos antes de entrar, porque es parte de las normas de la fiesta, pero al salir descubre que le han robado sus nuevos “Manolos”. La anfitriona, Kira, dice que paga por los zapatos perdidos, pero cuando Carrie le dice cuánto costaron, ella se arrepiente y no puede costearlo. Miranda tiene tres problemas: su hijo está enfermo, hay una casa vacía en su edificio y además echa en falta la compañía masculina. Esto lo resuelve una misma persona: el Doctor Robert Leeds, que curará a Brady, será el nuevo vecino, y además tendrá un romance con Miranda.