Cuando Stan siente que no está ascendiendo lo suficientemente rápido en el trabajo, decide recurrir a su ambición de crear y fabricar ositos de peluche. Pero cuando se da cuenta de que sacar un mínimo de provecho requiere muchísimo trabajo, empieza a utilizar inmigrantes ilegales como mano de obra barata. Mientras, Hayley ve el nuevo negocio de su padre como una atrocidad y decide ocuparse del asunto llamando al Tío Sam.