La hija del mariscal Cecchini corre el riesgo de perder un ojo en un accidente. Gracias a un médico, Cecchini cuenta con una financiera para cubrir los costos de la operación en una clínica privada ubicada en los Estados Unidos de América. El mariscal se da cuenta demasiado tarde de que ha acabado siendo víctima de una estafa legalizada.