El único refugio para personas sin hogar de la ciudad ha sido cerrado debido a la presión de un pequeño partido político extremista. Inmediatamente después, el terrible descubrimiento: un vagabundo murió dentro de la iglesia. La víctima murió por intoxicación por estricnina. Resulta que el indigente había bebido el vino robado de la sacristía, el mismo que habría utilizado Don Matteo durante la celebración eucarística. Las sospechas recaen sobre el líder del partido.