Después de su desagradable encontronazo con los cuervos de la corte, Yukiya, el segundo hijo del jefe de la aldea Taruhi, acaba sirviendo en palacio al príncipe por designio del señor del Clan del Norte. Mientras tanto, las candidatas a consorte se mantienen a la espera de que Su Alteza, ese príncipe que, según los rumores, es un necio, se digne a hacerles una visita, algo que, para su desgracia, no acaba de suceder.