Mientras Berta sigue absorbida por su nuevo trabajo, Antonio encuentra por fin una manera de que su suegra le ayude a levantar su imperio. Amador conoce a la madre de su vecino Óscar, una atractiva mujer que le ayuda a dar ese salto de madurez que tanto necesita. La tensión entre la presidenta y su hija adolescente llega a su límite cuando Greta le niega el permiso para ir a un concierto.