Después de ponerse al frente del Max & Henry, Fermín decidió hacer una improvisada fiesta de Halloween que iba a tener un final terrorífico. La burundanga corría de forma clandestina e hizo perder el control a algunos de los invitados, en especial a Recio y Antonio, que se despertaron al día siguiente en la cama juntos, desnudos y haciendo la cucharita.