Después de la lucha de Max y Caroline por encender su horno, Caroline trata de recaudar dinero para uno nuevo mediante la venta de sus joyas, primero en una tienda donde compran oro y luego en las joyerías de lujo que alguna vez frecuentaba. El encuentro con un empleado hostil que recuerda a Caroline muy bien y se niega a reembolsar el dinero del anillo, hace que la pareja decida que la mejor opción es una venta emergente en el baño de mujeres. Caroline abandona a Max allí con algunas ricas mujeres árabes cuando algunas de sus antiguas amigas la reconocen y la invitan a almorzar, poniendo a prueba su amistad.