Ante el temor de una epidemia de tuberculosis, el doctor Turner se encarga de traer a Poplar un aparato de rayos X e iniciar una campaña masiva para diagnoticar precozmente la enfermedad. Mientras tanto, Jenny atiende al dueño de un bar que perdió a casi toda su familia por la tuberculosis, y que ahora moribundo, desea reconciliarse con su único hijo sobreviviente.