Mientras Mitaka se sienta con una cita sin nombre viendo una película, comienza a aburrirse con toda la situación. De repente, en la pantalla aparece un perro, enviando a Mitaka a correr hacia el vestíbulo. Tomándose el tiempo para recuperar el aliento, una mujer lo nota y se acerca. Sucede que es Akemi, y ella se da cuenta de lo mal que se ve. Cuando el perro ladra, Mitaka se pone nervioso de nuevo, y Akemi finalmente descubre su temido secreto, que está aterrorizado por los perros. Akemi le promete ayudarlo a superar su miedo. Al día siguiente, Akemi deja a Maison Ikkoku más feliz de lo que nadie la ha visto en mucho tiempo.