Kyoko decide frenéticamente intentar ponerse en contacto con su suegro, el propietario de Maison Ikkoku. En su lugar, consiga a Ikuko, quien le dice que está en Hong Kong en un viaje de negocios por unos días. Así que todavía no tienen respuestas sobre el rumor de la destrucción de Maison Ikkoku. A Kyoko le preocupa que Mitsukoshi se vea afectado por lo peor, y le dice que sí, pero siente pena por el resto de los inquilinos que han vivido allí durante tanto tiempo. El grupo decide rastrear estos rumores hasta la fuente y llegar al fondo de esto.