Cuando el nombre de Sloane es descubierto en Afganistán en el lugar de un autobús abandonado con un conductor muerto, Gibbs la acompaña en un viaje para encontrar a un grupo de niñas que fueron secuestradas en el autobús. McGee, Bishop y Torres rastrean a un hacker que envió por correo electrónico información comprometedora a los talibanes.