Cuando Ziva es testigo accidental de los asesinatos de un espía protegido por el FBI y de sus guardaespaldas, debe enfrentarse a la situación sin su principal apoyo, Gibbs, que está disfrutando de su retiro. Al enterarse de que el FBI la está buscando porque sospecha que está implicada en el crimen, la agente escapa. Mientras, el equipo NCIS, liderado ahora por Tony, debe probar que Ziva es inocente.