Thomas Shelby, líder de los Peaky Blinders, se adueña de un cargamento de armas de la fábrica local. Consciente de que mantener las armas puede causarle problemas con la Ley, Thomas quiere usarlas para aumentar el poder de su banda y, por ello, ignora las súplicas de sus tia Polly para deshacerse de las mismas.