Don Zenón está muy emocionado, pues tiene que ir a Puntarenas a reclamar la herencia que le dejo su tío. Por su parte Chibolo quiere conocer el mar y junto a Juan Vainas encuentran la excusa perfecta para acompañar a Don Zenón. Como es de costumbre, cuando llegan a la playa las cosas se complican porque la reunión se atrasa y sufren varios accidentes antes de ir por la esperada herencia.