Tras la declaración de Tirso en el juicio contra Amanda, Jimena decide irse de casa. Por otro lado, Romero propone un pacto a Dulce: le dará el barrio si ella le entrega la cabeza de Ezequiel. Mientras, la tensión se instala entre Irene y Nelson, que no puede perdonar a su chica que no le haga feliz la vida que él le ofrece: esposa y madre. Inesperadamente, Amanda sale en libertad. Retoma su relación con Jimena con una alegría solo enturbiada por los remordimientos de la policía de saber que está en libertad siendo culpable. Gladys recibe un ultimátum de Alicia: no puede seguir usando el piso como si fuera una cocina industrial.