Los Griffin abren su propio restaurante pero tienen dificultades para obtener clientela, Joe se ofrece a traer a sus amigos al local para ayudar a Peter con el negocio. Peter se muestra entusiasmado ante la idea de que el restaurante sea frecuentado por policías hasta que descubre que todos son minusválidos. Peter intenta por todos los medios expulsarlos del restaurante.