Don Matteo es secuestrado y mantenido prisionero por Isabel, una chica desesperada que huye. Mientras tanto, un nuevo joven sacerdote novicio llega a la Canonica y todos están preocupados de que esté allí para ocupar el lugar de Don Matteo, por lo que Cecchini le hace creer que Spoleto está lleno de peligros, pero la situación, como siempre, se sale de control.