Por orden de la marquesa, a Petra no le queda otra que asumir las culpas del rapto de Dieguito y pone su despido en conocimiento de sus superiores. La alegría correrá por el servicio tras la noticia, pero saldrá una inesperada defensora de la doncella. Margarita sigue con sus pesquisas sobre la fatídica muerte de Fernando, escamada al descubrir que las pastillas que le podrían haber salvado la vida a su marido no se encontraban donde deberían estar. La mujer empezará a hacer preguntas que pondrán en jaque a la mismísima Cruz. Abel determina que el tiempo de recuperación de la operación de Salvador ha pasado. Ha llegado el momento de comprobar si ha sido un éxito y por fin el lacayo ha recuperado la vista. Ramona ha llegado a la conclusión de que no puede seguir ocultándole a Jana la verdad, pero antes de revelársela le pondrá una condición indispensable.