En 2015, el jefe Ben Edwards de los SEAL y el pelotón Charlie finalizan su servicio en Mosul, dejando a cargo de las operaciones al pelotón Alfa de James Reece. Antes de volver a casa, Ben y su equipo le siguen la pista a un líder de ISIS que atacó a su intérprete de las ISF, y descubren que el terrorista tiene poderosos e inesperados contactos.