La unidad de víctimas especiales está confusa ante un violento homicidio de una prostituta cuando el hijo de Stabler da la pista: el suceso es una imitación del juego “intensity”. Los detectives interrogan al creador del juego que les remite a un antiguo colaborador, y este les conduce hasta una pareja de novios. Mientras la joven confiesa haber participado en el homicidio, su novio afirma que no podía distinguir la fantasía de la realidad.