Caroline y Max deciden gastar los 250,000$ de la película ampliando su negocio de cupcake. Cuando ellas visitan el padre de Caroline en la cárcel para ver un musical y le cuentan su nuevo proyecto, el padre de Caroline le dice en secreto a Max que Caroline no será feliz siendo cocinera y su lugar es volver a Manhattan. Por otra parte, Sophie recibe una carta con el sexo de su bebé.