Al ver que los últimos episodios de Rasca y Pica son bastante malos, Bart y Lisa deciden escribir un guión y enviarlo al propietario de la serie, Roger Meyers Jr, quien lo rechaza. Bart y Lisa llegan a la conclusión de que han sido rechazados por ser niños, entonces deciden firmarlo con el nombre del abuelo. El guión es aceptado y el abuelo se convierte en guionista fijo de la serie.