En el primer reto, los aspirantes descubren que las primeras impresiones, a veces, pueden despistar. Divididos en dos equipos, replican con la mayor fidelidad posible uno de los dos platos propuestos por Jordi Cruz que van más allá del trampantojo, acercándose a la cocina del hiperrealismo. En el segundo reto, los aspirantes cocinan a fuego vivo dos menús inspirados en Chefs on Fire para 100 amantes de este festival. Por último, en la prueba de eliminación, deben adivinar títulos de películas mediante mímica y, después, hacen el plato asociado a ese título.