Castle y Beckett acuden a un escenario para investigar el crimen de una mujer a manos de un misterioso encapuchado. La víctima resulta ser una joven llamada Emma, que emprendió un viaje para buscar a una amiga desaparecida. La escena del crimen resulta ser idéntica a un traumático escenario que el novelista observó a los 11 años mientras paseaba por los bosques de New Hampshire, donde encontró el cuerpo sin vida de una mujer con varias cruces grabadas en su rostro.