Por culpa de un incidente en su graduación, donde fue invitado a un baile con la reina del curso sólo para que le echaran encima una pila de cerdos, Stan decide vengarse presumiendo de haberse casado con una reina del curso. Pero cuando un orgulloso Stan acompaña a Francine a su reunión, termina devastado cuando descubre que se perdieron dos papeletas y Francine nunca ganó realmente la corona.