Cuando Chris les cuenta a sus padres que ha sido castigado por contar un chiste verde, este les confiesa que Quagmire se lo enseñó, Peter va al bar a pedirle explicaciones y de paso que le cuente el chiste, el cual resulta tan desternillante, que todo aquel que lo escuche se defeca encima. Quagmire le explica entonces que el chiste no es idea suya, sino que otro se lo ha contado, enseguida empieza un viaje en busca del origen de los chistes más verdes del mundo que les lleva hasta Virginia.