Tras conducir borracho, Brian atropella a un perro, como consecuencia de su imprudencia, el can muere. Brian intenta mantener en secreto el accidente que acaba de tener, pero sus remordimientos le hacen confesar, pero Brian acaba indignado al percatarse de que a nadie le importa la vida de un animal, por lo que decide demostrar a todo el mundo que la vida de un can es tan valiosa como la humana. Por otra parte, Lois contrata a una asistenta de la limpieza para que le haga las tareas del hogar, la cual acaba desquiciando a la mujer y a Peter.