En su quinta parada 'La Ruta Morancos' llega a Lleida, un destino con gran carga emocional para César y Jorge, ya que su madre era catalana. En la comarca del Solsonès, el camino comienza en Lladurs, donde visitan una masía reconvertida en hotel japonés. Allí los hermanos se sumergen en una fusión cultural que conecta Cataluña y Japón. Además, recogen trufas de verano junto a Una, perrita buscatrufas. Después llegan a Solsona y descubren la historia de los gigantes y el carnaval, donde estas figuras conviven con los Trabucaires, grupos armados con trabucos que disparan tiros al aire durante eventos para anunciar y enfatizar las festividades. Conocen al equipo de fútbol femenino, llevan su alegría y su música a una residencia de ancianos y aprenden el oficio de picapedrero con una familia que ha trabajado incluso para la Sagrada Familia. Jorge sorprende con su habilidad para los idiomas, y ambos disfrutan de una cata de productos locales que deja a César reacio a abandonar la comarca.