Con todos viviendo en casa, la casa está llena del caos de Goldberg y también... cosas de Goldberg, que están volviendo loca a la embarazada Erica y la llevan a solicitar la ayuda de Beverly para limpiar las cosas para el bebé. Mientras tanto, Adam y Barry se ven obligados a compartir un dormitorio para dejar espacio para la habitación del bebé. Adam no puede soportar lo insoportable que es Barry, por lo que se le ocurre la broma definitiva para vengarse de él.