Encuentran a una mujer muerta a causa de una serpiente gigante y de paso destapan una operación de contrabando de drogas. Los contrabandistas usan las serpientes gigantes para que traigan la droga y así nadie sospeche. Horatio descubre que Clavo Cruz está implicado, pero al ser diplomático es inmune. Los CSI tendrán que descubrir una forma legal para meterle entre rejas. Wolfe tendrá que decidir quién dice la verdad entre dos mujeres que dicen ser las victimas del ladrón de identidad y que la otra es la culpable.