La acción se sitúa a la entrada de los tribunales, donde un grupo de periodistas trata de conseguir unas declaraciones de Cheri Lyle, que sube precipitadamente las escaleras acompañada por su abogado. En el tribunal, Cheri y su ex-marido, Brad Manning, mantienen un litigio por la custodia de su hija. Ryan y Calleigh están citados como testigos en el caso. En un momento determinado, Manning saca una pistola y se arma un revuelo en la sala. Poco después se oyen disparos, pero resulta difícil dictaminar si el ex-marido de Cheri ha sido el autor. Ocho horas más tarde, Cheri llega al laboratorio y le pide a Calleigh ayuda para conseguir la custodia de su hija. Por su parte, el padre de la niña hace lo propio con Horatio. En la batalla por la custodia de la niña los padres se acusan respectivamente de haber abusado de la pequeña, ya que existe una prueba: la Fiscalía de Menores ha descubierto sangre en la ropa interior de la niña.