Uno de los locales de moda de Miami acoge una reunión de solteros bien situados social y económicamente; uno de ellos es Richard Laken, un atractivo hombre de 38 años. La mañana después del acto, Laken se convierte en el centro de interés del equipo del C.S.I. al ser encontrado muerto tras una brutal paliza y con su coche destrozado. El vehículo de la víctima huele a acetona, lo que lleva a Calleigh a pensar que los daños fueron perpetrados por una mujer. Los agentes repasan la lista de chicas que acudieron a la fiesta y localizan a Mary Kinnan.