Yeyo descubre que Tirso es el autor del robo del dinero de Sandro. Pero antes de que pueda decirle nada a su jefe, es sorprendido en la ferretería y acaba siendo atrapado por Tirso, Pepe y Sanchís. Gladys, de pronto, se descubre ilusionada al pensar en Tirso y Alicia le hace comprender que tal vez sienta algo por él.