Cuando Stan entra en un concurso de redacciones para que su héroe personal, George W. Bush, venga a cenar a su casa, se ve completamente lleno de alegría cuando el presidente aparece en su puerta. Sin embargo, no toda la familia Smith comparte su excitación - Hayley intenta presionar a Bush respecto a sus decisiones en la guerra de Irak, y Steve y Roger terminan emborrachándole accidentalmente mientras le intentan convencer de que conocen el paradero de Osama Bin Laden. Así, mientras Hayley goza de su recaída, Stan intenta salvar al presidente de la humillación pública por todos los medios.