La investigación de Traoré continúa y conduce a Anaïs y sus hombres tras la pista de los autores de la masacre de Makou, gracias a la información proporcionada por uno de ellos. Ravalet, Romani y Saadi esperan en medio del desierto. Las tensiones entre ellos se ven incrementadas por la noticia de la muerte de la madre de Saadi. Elise encuentra una manera de evitar el ejército francés para entrevistar a un poderoso jefe Dogon, Bilal Issabere.