Anaïs vuelve de manera brutal a la realidad de las luchas internas malienses durante su investigación con Traoré. Su dramático desenlace pesará mucho en la moral de la joven teniente. Mientras tanto, todos los soldados y el personal francés se moviliza por el secuestro de Elise, no se la encuentra por ninguna parte y Lefort, que era responsable de su seguridad, está muy preocupado.