El hijo de un compañero de Stabler es arrestado tras haber agredido a una compañera de clase. La víctima no desea denunciar a su agresor, porque es amigo desde la infancia y cree que está sometido a una gran presión por parte de su padre. Durante el interrogatorio el joven manifiesta ciertas lagunas mentales que hacen que Stabler llame al psiquiatra. Stabler será relevado del caso al aconsejar a los padres de la víctima que no denuncien. Durante el registro en el gimnasio, los inspectores encuentran esteroides.