El descubrimiento de los cuerpos de dos jóvenes gays, adictos a la "meta" y seropositivos del virus del sida más letal conduce a los inspectores hasta una bando violenta que se dedica a pegar a los gays para robarles la "meta". La investigación se tensa cuando el inspector Tutuola descubre que su hijo, con el que no tiene buena relación, es gay. Olivia mediará en el asunto además de pedirle ayuda por su conocimiento de los ambientes gays. Tutuola infiltrará a su hijo para llegar al posible asesino en un grupo antimeta, cuyo líder tuvo un hermano que murió por la transmisión de la enfermedad.