Steve se va cinco días con unos amigos a descender un río en canoa. Con el objetivo de evitar que intente llevársela a la cama nada más regresar, Marcy decide prepararle una fiesta de bienvenida en casa de los Bundy. Steve regresa exhibiendo una poblada barba fruto de su estancia. Cuando Marcy le indica que no le queda nada bien, Steve asegura que le gusta mucho su nuevo look y que no piensa volver a afeitarse. Al día siguiente, Steve se muda a vivir a casa de los Bundy.