Al está enfadado porque acaban de abrir un nuevo centro comercial en la ciudad, y está perdiendo a la mayoría de sus clientes, por lo que este año se quedará sin paga de Navidad. ¡Lo peor es que incluso Peggy va a comprar allí ahora! Por si fuera poco, el nuevo centro comercial recurre a estratagemas publicitarias como la de hacer saltar a un tipo disfrazado de Santa Claus en paracaídas. Lamentablemente, un fuerte golpe de aire echa a perder el salto y el tipo se estrella en el jardín de los Bundy.